Las evaluaciones de los acontecimientos políticos de las últimas dos décadas han permitido acceder a la comprensión de la situación ambigua en la que los gobiernos de algunos países de América Latina se embarcaron. Por un lado, a pesar de sus múltiples diferencias, el despliegue de una opción soberanista, sobre el eje de la reconstrucción estatal; del otro, las presiones y vaivenes a las que somete el mercado mundial. En este texto se abordan las líneas de demarcación más significativas de tres momentos: la resistencia social al neoliberalismo; la primigenia ocupación del Estado por parte de las fuerzas “progresistas”, la vuelta de posiciones que se consideraban desterradas del sentido común de la sociedad y, finalmente, un breve comentario sobre la persistencia en la búsqueda de autonomía relativa en el proceso del recambio del capitalismo global. La coyuntura latinoamericana parece demostrar que el tiempo es el de los pueblos, pero el reloj es el del poder.